domingo, 25 de enero de 2009

ELECCIONES

No se me podía describir como el más popular, o el mejor deportista (en sentido estricto, ni siquiera como tal), el mejor estudiante, el más chistoso; digamos que era un estudiante promedio en una sosa primaria-secundaria de paga que había visto mejores épocas. Era segundo de secundaria, cerca de terminar el grado escolar, y la maestra de civismo decidió que sería un buen ejercicio democrático realizar elecciones.
Las planillas debían estar compuestas por diez integrantes, siendo uno el candidato principal. Dicho candidato tenía que escoger al resto de los componentes del partido. En mi salón escogieron a uno de mis amigos (que nunca brilló por la inteligencia, pero digamos que tenía don de gentes) y la maestra eligió al más aplicado del salón como competencia. 
Para no hacer el cuento largo, cada uno fue nombrando a los miembros de su equipo, por azares del destino terminé en el partido de los nerds (digamos que mi cuate tenía otros tres amigos que escogió antes que a mi, o que al amigo inteligente se le terminaron los conocidos al hacer la segunda elección).
Siendo mi labor la comunicación, nos llevaban de calle. Ellos contrataron un sonido y mientras nos deleitaban con música durante el recreo del tipo de garibaldi o proyecto uno; a mi sólo se me ocurría hacer pancartas basadas en la revolución de mayo del 68.
Todo estaba bien mientras mis letreros decían: "Prohibido prohibir, Seamos realistas, pidamos lo imposible!". El candidato del partido decidió prohibirme hacer más carteles cuando llegué con este: "Colgaremos con las tripas del último burgués, al último burócrata"

1 comentario:

Anónimo dijo...

Te adelantaste simplemente.... ignorantes ellos, ¿de qué sirve el don de gentes si eran oligofrénicos?