jueves, 23 de julio de 2009

ENTREVISTA

Dos jóvenes esperan en un andén. Uno porta saco de pana, pantalón de vestir y camisa blanca; el otro con suéter, camisa, pantalón y tenis. Perfumados, peinados. Ambos llevan el dinero y credenciales en los calcetines. Después de dos intentos infructuosos de abordar un vagón en La Raza dirección Universidad a las 7:00 am.
- Se me hace que todos vienen igual de llenos José
- Yo creo que en el que sigue ya nos metemos a chingadazos Migues
Acto seguido llega un vagón anaranjado, atiborrado de personas que también van al sur; siendo la prioridad de algunos llegar a tiempo, sin importar su escasa dedicación a la higiene. Se ve a los dos sujetos hacerse paso a codazos para entrar. El de saco alcanza a detenerse de un pasamanos, el otro se queda en el centro del vagón, sin necesidad de asirse ya que la cantidad de gente impide el movimiento. El del suéter nota por la espalda dos manos que empiezan a tocarlo de los hombros, terminando en un abrazo. Con el fin de no llamar la atención de los potenciales ladrones (todos sospechosos en ese momento), trata de justificar la situación. "Es que está más chaparro y no alcanza a detenerse del techo o las barras...". Hasta que sus ojos se cruzan con los del joven del saco, quien está riéndose. "Chingaos, y todo por ahorrarme el taxi..."

3 comentarios:

marianna* dijo...

Jajajaja por fin me sé la historia completa, te pasan cosas tan chistosas jojojo, pero se me hace que el que dió el abrazo fuiste tú.

Pericles Dorantes dijo...

Igual que Marianna, por fin se la versión completa y detallada...
Me gusto lo del dinero y las credenciales en los calcetines.


Soy tu fan

Grajales dijo...

No, nunca he sido aprovechado (en el transporte público)