Esto se pudo comprobar cuando a los 6 años, los reyes magos me trajeron una bicicleta en la que mi mamá podía andar fácilmente (ella mide 1.68). Así mismo al comprar la ropa, no había pantalón o suéter que no tuviera que usar arremangado.
Pero lo peor eran los zapatos, por lo menos debían ser una talla más grande ("Para que te queden todo el año..."). Me acuerdo perfectamente tener que poner algodón en la punta para no chanclear y las memorables caídas en las escaleras de mi casa cuando los estrenaba.
2 comentarios:
jajaja genial, yo tambien pase por eso jajajaj
Perdón no puedo evitar reirme mucho siempre que leo tus post jajajaja y ahora 20 años después sigues usando grandes los pantalones :P
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