viernes, 26 de septiembre de 2008

OLORES A LÍQUIDO AMNIÓTICO

- ¿Usted se llama José Grajales?- Pregunta una mujer entrada en carnes y años, embutida en una pijama quirúrgica. 
Sigo en el deber de darle los primeros cuidados a sendo tumor  de 5 kilos del sexo femenino que está berreando en la termocuna, mientras asiento y digo: Si, para servirle -  en espera que mi educación la persuada de demandarme por cualquier cosa que haya hecho en el día.
- Ah, es que mi hermana lo reconoció. Es la mamá del bebé que está atendiendo. Dice que fue su maestra. Se llama Rayo.
Entonces viene a la mente la imagen de un festival de primavera/día de las madres en segundo de primaria en el que me eligió como el ratón vaquero. El recuerdo de estar en una tarima mientras mis compañeros bailan alrededor mío. Portando un par de pistolas, el desgarbo con el que usé la camisa vaquera, estar jalando la cola de ratón pegada a los pantalones de mezclilla, el quedarme parado en vez de realizar los pasos entrenados dos semanas antes. 
- Mire, qué bien que me reconoció, ahorita que termine con la bebé la saludo y le tomo unos datos. 
No se alcanza a ver la sonrisa por debajo del cubrebocas, mientras pienso que la justicia divina existe, y que hizo que pariera a esa chiquilla macrosómica en la cama.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

que rencoroso grajales!! pero imaginarte de raton vaquero pasmado en el escenario me hizo el dia!!! un abrazo :)

Grajales dijo...

Jajaja, y eso que no escribí el verdadero final, por miedo a que pareciera rencoroso. Y no es rencor, sólo es una prueba de que el karma existe.

Kowalski dijo...

era el centro educativo?!

Grajales dijo...

No, el Chaurand. Siento que ya di demasiada información, je.

El propio Tomás dijo...

No friegues, ¡cinco kilos!

Grajales dijo...

Para que se demuestre que Dios castiga a los que torturan a los inocentes

Unknown dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Unknown dijo...

Mi estimado doctor y colega Dr. Francisco Gabilondo "El Ratón" Grajales. Me permito acotar ciertos comentarios a lo que denominaremos "La GordaNiña de Misvenganzas". Se ha dado cuenta que con esta experiencia ha podido uster revivir y experimentar lo que muchos (por suerte) reprimimos. Su evento no me hace pensar mas que en una consumación edipica de niveles mágicos. Además que el contenido vengativo le da un giro hermoso hacia la perversidad. Lo felicito más no lo envidio.