sábado, 12 de julio de 2008

LAS BATALLAS DEL BALDÍO

El primer combate tiene lugar en el baldío que había que recorrer entre mi casa y el kinder (sí había pavimento, sólo era un atajo). Los luchadores somos Mary (la señora del aseo), mujer de cuarentaytantos años, con larga trenza y mandil; el otro soy yo, escuincle de 3 años. Ella me carga en dirección de lo que supongo será una prisión. Yo la pateo para disuadirla de la idea, a lo que ella se muestra indiferente. Con marcha férrea me deposita en la casa con pinturas de winnie pooh, donde conocí a mis primeros amigos.
GANADOR: MARY

El segundo combate se lleva a cabo en mi casa, en esta participan tres. En un principio mi hermano (objeto de adoración de Mary), malandre de 4 años, y su seguro servidor ya de 6. Desconozco el motivo del pleito, sólo recuerdo que se soltaron patadas, puñetazos y mordidas a destajo. Al verse derrotado mi hermano pide refuerzos: "MAAAAARYYYYY! PEPE ME ESTÁ PEGANDO!". Acto seguido se oye un chancleteo veloz, que se acerca. Sabiéndome absoluto ganador, continúo con los golpes. Un brazo fuerte me toma, separándome de mi punching bag humana. Acto seguido me patea en las nalgas, y se lleva a mi hermano al cuarto de servicio a consolarlo. Quedàndome impávido, juro venganza, lo cual sucede en cuanto llega mi madre y le explico lo sucedido. Siendo despedida ipso facto. 
GANADOR: SU SEGURO SERVIDOR

El tercero fue más sutil, sin golpes, pero el más contundente. Ya han pasado seis años desde el último altercado. Mi madre está desesperada por falta de ayuda/quien cocine/quien tolere a los monstruos/le limpie las cacas a la perra. Ya que la última señora tuvo que ser despedida por llevarse a mi hermano unas horas a su rancho sin avisarle a nadie, lo que ocasionó la movilización de padres y familiares temiendo que el gordo regresara sin riñones o estuviera en el costal del robachicos. Se le ocurre buscar a Mary, lleva a mi hermano (quien sigue siendo objeto de estima) y a mi. "Para que le pidas perdón" dice mi mamá, de qué preguntàndome. Accedo por el pellizco que me dirige al coche, y la promesa de dejar de comer cosas compradas en la cocina económica. Mary nos recibe en su casa, la sonrisa dedicada a mi hermano se convierte en mueca cuando me ve. Mi madre le explica las penurias por las que pasa desde que se fue, comenta lo arrepentida que está por haberla dejado ir (corrido, puntualiza Mary), y le trae al escuincle a que le pida perdón. Me mira escrutadora, emito un "perdón" tan bajo que se pierde en los ruidos de la calle. Mary tajante comenta que no volverá, mi madre me ve con los ojos de paraquesigashaciendotuscosascabroncitoyverascomoteva.
GANADORA INDISCUTIBLE: MARY

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Sin duda un pequeño despota. digno ni mas de menos que de Jose Agustín y no es necesariemente un alago.

Grajales dijo...

Eminentísimo Zamora, agradezo cualquiera de sus no-Halagos

mauricio dijo...

jose agustin?
solamente por unirpalabrasparaquesuenenmenosfeaslasofensas, pero en desacuerdo estoy.