miércoles, 9 de julio de 2008

POSTALES DE TLALPAN 6

Se ilumina la escena para dejar ver lo que pudiera ser un consultorio, de izquierda a derecha se ven: una silla y escritorio, posteriormente tres sillas unidas y una mesa de exploración. Cada una ocupada por los tres actores, en el mismo orden: el médico escribiendo a máquina (despeinado, desfajado, harto, con cara de que ha visto doce pacientes), en las sillas una octagenaria muy irritada (con abrigo rosa extremadamente sucio, pantalón, despeinada, hedionda; sugerimos resolver esto con una bolsa de caca guardada en cada esquina del auditorio o teatro) y sobre la mesa un trabajador social con guantes y cubrebocas (cara de hartazgo, viendo constantemente su reloj). 
- ¿Y cómo se llama señora?- Pregunta el galeno.
- Hijodetuputamadrecabronnomeesteschingando...- Responde la tierna abuelita. A lo que sonríen complacidos el trabajador y el médico.
- ¿Por qué la trajeron?- cuestiona al trabajador social. Antes de que éste conteste, la actriz representando a la octagenaria (sugerimos a Carmen Montejo, la Pinal ya se ve muy cascada) se levanta de su silla y se dispone a abrir la cremallera del pantalón y sacar un lienzo lleno de algo café ondeándolo al aire (sugerimos sea chocolate, para mayor realismo los actores no necesariamente tienen que saber el ingrediente).
Salen los otros dos actores corriendo de escena.
CIERRA TELON

SEGUNDA ESCENA
Se ilumina una cama, la octagenaria ahora está recostada sobre la misma vestida con pants amarillo. Aún con pestilencia, se sugiere retirar dos de las bolsas de caca. El médico la está auscultando, cuando se acerca a la cara de la señora observa un vello de aproximadamente 4 centímetros en la barbilla. Voltea a ambos lados, y posteriormente al público con mirada de complicidad. Aprovechando que dormita, toma entre el pulgar y el índice el pelo y lo jala fuertemente sin lograr arrancarlo. El energúmeno abre los ojos y dice:
- Orapendejo...- y suelta puñetazo en el pecho del actor. 

CIERRA EL TELÓN

¿COMO SE LLAMÓ LA OBRA?

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy curiosa forma del escritor de hacer patente lo indecible jaja. un titulo seria "sin mordaza". Le recomiendo al joven dramaturgo (quizá prometedor) que lea las obras de teatro de lo absurdo del escritor español Javier Tomeo.

Anónimo dijo...

LO QUE UNO HACE POR LA BECA, ASI DEBE LLAMARSE